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La articulación temporomandibular – la ATM- es la unión entre el maxilar inferior – la mandíbula- y el hueso temporal del cráneo. La ATM es responsable del movimiento de la mandíbula y es la articulación más usada del cuerpo. La ATM es en esencia la articulación entre el cóndilo de la mandíbula y la fosa mandibular – una cuenca en el hueso temporal. La característica única de la ATM es el disco articular – un cartílago flexible y elástico que sirve de amortiguación entre las superficies de los dos huesos. El disco carece de terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos en su centro y por lo tanto es insensible al dolor. Anteriormente está unido al músculo pterigoideo lateral – un músculo de la masticación. Posteriormente se continúa como tejido retrodiscal completamente abastecido de vasos sanguíneos y nervios.
La mandíbula es el único hueso que se mueve cuando la boca se abre. Los primeros 20mm de apertura incluyen sólo un movimiento rotacional del cóndilo dentro de la fosa. Para que la boca se pueda abrir más, el cóndilo y el disco tienen que moverse fuera de la fosa, hacia adelante y debajo de la eminencia articular, una superficie convexa del hueso localizada anterior a la fosa. Este movimiento se llama translación.
La alteración más común de la ATM es el desplazamiento discal, y en la mayoría de los casos, el disco se disloca anteriormente. Cuando el disco se mueve hacia adelante, el tejido retrodiscal es comprimido entre los dos huesos. Esto puede llegar a ser muy doloroso debido a que este tejido está totalmente inervado y vascularizado, a diferencia del disco. El disco dislocado anteriormente es un obstáculo para el movimiento del cóndilo cuando la boca se está abriendo. Para que la mandíbula se abra completamente, el cóndilo tiene que saltar sobre la parte trasera del disco y al centro de este. Esto produce un sonido de clic o un chasquido. Al cerrarse, el cóndilo se desliza de nuevo hacia afuera del disco, produciendo así otro clic o chasquido. Esta condición se denomina desplazamiento del disco con reducción.
En una etapa tardía de la dislocación, el cóndilo permanece detrás del disco todo el tiempo, sin poder volver a este, el sonido de clic desaparece pero la apertura de la boca queda limitada. Usualmente esta es la etapa más sintomática – se dice que la mandíbula está “bloqueada” al no poder abrirse ampliamente. En esta fase la condición se denomina desplazamiento del disco sin reducción.
Afortunadamente, en la mayoría de los casos, la condición se resuelve por sí misma después de un tiempo. Esto es gracias a un proceso llamado adaptación natural del tejido retrodiscal, que después de un tiempo se vuelve tejido cicatrizal y puede reemplazar funcionalmente al disco. De hecho, se vuelve tan similar al disco que se llama pseudodisco.